Y me llegó la crisis

Exactamente eso. Hasta el momento la capeábamos, pero ha dicho el jefe que hasta aquí hemos llegado. La fábrica se enfrenta a un ERE total y cierre. Bueno, echar las culpas a la crisis está muy manido y esto se veía venir. La fábrica agonizaba lentamente desde antes de que empezara a trabajar aquí. Por mucho que los trabajadores nos esforcemos (a fin de cuentas, somos los más interesados en que el negocio funcione), sin un jefe de fábrica es difícil hacer las cosas. Se ponía (y se pone) voluntad, pero sin una jerarquía clara y sin organización, sin un rumbo que seguir, la voluntad sola no basta.

Ahora me toca a mí, aunque técnicamente yo no estoy en esa empresa. No me renuevan el contrato. La verdad es que me lo esperaba porque ya no había trabajo para mí las 8 horas. Este invierno invertía tiempo en desarrollar una base de datos y una aplicación para fábrica, para gestionar los muebles, sus piezas y herrajes, y las órdenes a fábrica, pero al final ese trabajo se queda en nada (aunque he aprendido mucho de datasets, eso sí). En fin, que esto se acaba. Toca recoger manuales y archivos propios, limpiar mi cuenta de usuario, reprogramar copias de seguridad, escaneos de antivirus y demás operaciones de mantenimiento para que requieran la mínima intervención humana posible y que aguanten… lo que puedan. Echaré de menos el servidor, aunque supongo que de cuando en cuando me llamarán para corregir tal o cual problema. En oficina se van a quedar bien solitos: hace un año éramos seis, ahora quedábamos tres.

El mantenimiento de los ordenadores va a quedar reducido al mínimo; el control de stocks de la aplicación de las tiendas morirá en pocos meses; el blog de la tiendas quedará congelado en el tiempo por siempre jamás, pero me libraré del ordenador de riego y de la Dama, la máquina de control numérico. En el fondo, la echaré un poco de menos. Por lo menos, hasta que recuerde lo que es verla arrancar de cuajo una pieza de metro diez por cuarenta de aglomerado de 30mm.

Pienso tomarme unas vacaciones alejado de ordenadores, internet y todo lo que huela a tecnología… bueno, casi todo. Luego, buscar trabajo, claro. Y programar un poco, que llevo un par de meses sin hacer prácticamente nada. Y volver a pegarme con Linux, si tengo tiempo. Parece que una etapa llega a su fin.

La Dama, y un servidor al fondo.

3 comentarios en “Y me llegó la crisis

  1. Y luego dicen que los jóvenes no se van de casa de sus padres. Si es que así no se puede…

  2. Primer día sin curro. Papeleo, de aquí para allá… y primera llamada del (ex)trabajo. Ains… Se va el informático y se hace el caos.

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