Tras Windows 7 y Windows 8, Windows 10 ha sido un poco como una vuelta al pasado. A los tiempos de 2000, XP y Vista, cuando la combinación de la versión inicial del SO y los drivers nos dejaba con un ordenador inestable y dado a hacer cosas raras y no nos quedaba más remedio que esperar a los futuros Service Packs. La primera versión de Windows 10 utilizable «en producción» fue realmente la actualización de noviembre de 2015.
El desarrollo de la versión para móviles ha ido más lento, con promesas incumplidas y un sistema en eterna beta que ha terminado cansando a los defensores de Windows Phone 7/8, hasta el punto que pocos son ya los que se atrevan a recomendar la plataforma de Microsoft. Con el lanzamiento de la Anniversary Update este verano parece que las cosas van avanzando y ya se ven algunas (tímidas y escépticas) opiniones positivas.
Aprovechando los últimos días de vacaciones y espoleado por estas opiniones, decidí actualizar mi móvil, un Lumia 640 XL, a Windows 10. Instalé la aplicación Upgrade Advisor, me ofreció la Anniversary Update y actualicé. Antes hice copia de seguridad de todo, of course.
La actualización no dio problemas, pero luego el teléfono iba a tirones. No sé si por problemas por la actualización o porque estaba instalando actualizaciones de las aplicaciones o porque necesitaba tiempo para asentarse, tampoco le di opción. Había leído en varios sitios que aconsejaban realizar un hard reset (restaurar a valores de fábrica) tras la actualización y así lo hice. Un coñazo, hablando mal y pronto, igual de doloroso que hacerlo en un ordenador: horas de instalar aplicaciones, configurar y dejarlo todo al gusto. Por delante tengo un par de semanas de pruebas, a ver si me quedo en W10 o me vuelvo a la 8.1
De momento lo que me he encontrado es lo siguiente:
-
Es estable y funcional. Es decir, no tenemos ya una beta entre manos. Tiene detalles muy interesantes, como un centro de notificaciones muy completo (que requiere configurarlo con calma para que no nos agobie), un cliente VPN en condiciones, linterna de serie… Visualmente habrá a quién le guste y habrá quien prefiera WP8.1, pero las carpetas-tiles tienen una peor visibilidad y presentan un error si metemos un grupo de contactos en una carpeta: saldrán cuadros negros. Y ahora puedo tener hasta cuatro columnas de ancho normal en pantalla.
-
Tiene algunas carencias absurdas. La aplicación Gestures Beta no funciona (aunque en la tienda diga que sí). W10 trae ahora de serie el dar la vuelta para silenciar la llamada, pero hemos perdido el descolgar automáticamente al llevárnoslo a la oreja o la activación automática del altavoz. También ha desaparecido la aplicación de la radio. Sí, esa simple y funcional. Ya sabíamos que Microsoft quita funcionalidades cuando mete otras, pero esto ya es estúpido.
-
Adiós a las aplicaciones de Here, aunque eso ya lo sabíamos.
-
Facebook es cada vez más celoso de la privacidad… de la suya, no de la nuestra. Su nueva aplicación, que sustituye a la desarrollada por Microsoft, ya no se sincroniza con la aplicación de Contactos. Por fortuna, aún tengo la de Microsoft, ya veremos lo que dura.
-
Contactos permite ligar tanto cuentas de correo como aplicaciones sociales. No sé qué tal funcionará esto último, porque ni uso Twitter, ni VK ni no sé qué red china, que son las aplicaciones que aparecen. De paso, hemos perdido la sincronización con LinkedIn.
-
Hablando de Contactos, la aplicación trae ahora sincronización con la aplicación de chat grupal GroupMe (de Skype, no la conocía). ¿Un intento de resucitar las Salas tan cómodas de Windows Phone 8?
-
La sincronización de notificaciones del teléfono al ordenador me ha sorprendido. Que me llegue un aviso con el último whatsapp al ordenador cuando el teléfono está cargándose allá lejos está muy bien. Me permite decidir si moverme del sillón o no.
En general me gusta W10 Mobile. Recupera ideas de teléfono social que aparecieron en WP7 y 8 y desaparecieron en 8.1 (no creo, sin embargo, que se desarrollen plenamente, porque requiere de terceros que hagan su parte, y no veo yo a Facebook o a Google interesados en facilitar la vida a los usuarios en nada que no sea dentro de su propia red).
Ahora, a probarlo un par de semanas, en el día a día, a ver qué tal responde.