No se puede decir que la selección de fútbol no represente los valores y costumbres españolas. Se vio contra Suiza y se volvió a ver en el partido contra Honduras (y en casi cualquier otro partido oficial donde se juegue algo). Se controla el juego y se juega bien en defensa y en el centro del campo. Se sube la bola, se llega al área y… se busca el pase al compañero. Y luego otro, y otro, y otro, hasta que se pierde el balón o alguien, harto ya de tanta tontería y en la peor posición posible, la manda allá lejos. Tienen miedo de tirar. Miedo a fallar y a ser criticado. Mejor, que lo haga otro. Total, si marca, medio gol es mío, que di el pase y si falla, el fallo es sólo suyo y a él le crucificarán los periodistas.
Es miedo a la responsabilidad. Simple y llanamente. Y es lo común en empresas, en organismos y en la política. El miedo a tomar una decisión y apechugar con las consecuencias. El miedo a comerse el marrón. El escurrir el bulto típico de mandos intermedios (jefes de sección y de departamento) y altos (directivos, ministros), el hacer oídos sordos al problema, el mirar hacia otro lado esperando que se arregle solo. O que un currito cualquiera (entiéndase como «currito cualquiera» aquel que no tiene la responsabilidad), cansado ya de tanta desidia, tire para adelante y lo solucione (momento en el que todos los demás se adjudicarán el mérito) o la cague (momento en el que le valdrá más estar muerto).
Y lo curioso es que, pese a todo, como España frente a Honduras, funcionamos. A trancas y barrancas, a medio gas, con un resultado muy inferior al esperado por el esfuerzo invertido, pero avanzamos. Ignorando a los jefes y rezando tanto que sigan en su mundo de fantasía y no hagan nada que empeore las cosas como que, por una vez, haya un responsable con cojones para asumir su responsabilidad y tirar del carro.
La selección de fútbol es un fiel reflejo de España, sí, señor.
El fútbol es un deporte que suele implicar técnica y suerte.
Los políticos lo que necesitan no es suerte son ganas.
Ganas?. Lo que necesitan son conocimientos de los que está claro que carecen. Estamos dirigidos por botarates incompetentes y lo que es peor, orgullosos. No hay calaña mas mala que esa.
Y con respecto a la selección, de momento me está gustando. Lo único que hecho en falta, como bien dice el artículo, son los tiros a puerta. Pero como siempre, en el mundo del futbol se vive del pasado reciente y lejano y yo no estoy nada de acuerdo con eso. Mi opinion es que si no rindes, te llames como te llames, no juegas y punto.