¿Jubilar XP? Ojalá

La primavera la sangre altera y los comerciales salen a cortejar empresas. Esta semana me han tocado un par de ellos intentando venderme planes para jubilar XP. Hasta nuestra empresa de soporte y apoyo me quiere quitar XP. Y, ojo, no es que no tenga ganas de perderlo de vista (ganas que no han hecho sino aumentar desde que lo mandé a paseo de mi viejo equipo personal en 2004). Si por mi fuera, salvo dos equipos virtualizados para administración, lo mandaba bien lejos de la empresa. Pero me encuentro con la dura realidad, que se traduce en dos situaciones bien distintas:

1) Venerables equipos (PIV, 1GB de RAM DDR 400 y cosas así) dando los últimos coletazos de su vida útil. No es que quiera jubilar XP, es que quiero jubilar los ordenadores. Ese hardware ya no me mueve la ofimática elemental de la empresa (Thunderbird, un navegador, LibreOffice y un visor de pdf) con razonable soltura. Si no tirarlos a la basura, pues mandarlos a las profundidades del almacén como terminales tontos, aunque me temo que su futuro es de equipos de becario.

2) Equipos que venían con Windows 7 y sufrieron un downgrade a XP. Los hay que intentaré cazarlos cuando el dueño esté de vacaciones y meterles su 7. Otros son críticos y me temo que tendrán que esperar: son los últimos XP de sus respectivos departamentos y son ab-so-lu-ta-men-te necesarios para el funcionamiento de la empresa. Porque al final las páginas de los bancos y de Hacienda con lo que mejor funcionan es con XP y versiones antiguas de Internet Explorer.

Bueno, y el miniportátil asignado a la impresora 3D, pues no hemos conseguido que su programa renderice bien en un equipo moderno.

En fin, que aún nos queda una temporada con XP en la empresa.

MKV con subtítulos en TDT Easy Home HD10

El otro día me compré un TDT que reproducía matroskas, de la marca BestBuy. En fin, el caso es que monté el cacharro en casa, le puse un matroska (Macross Frontier, BluRay Rip 720p, versión de Nanikano, la comenté en su día) y se veía, sí, pero no los subtítulos. Mala cosa. Temiendo que el cacharro no entendiera más allá de los SRT, probé con una versión guiri de la 2ª temporada de Shana, que tengo por ahí para traducir y, efectivamente, me mostraba los subtítulos en SRT. Pero resulta que los MKV de Shana tienen dos pistas de subtítulos, SRT y SSA y reproducía ambas. Perplejo me hallaba.

Revisé otros MKV y nada, no conseguía reproducir nada. Incluso probé a extraer los subtítulos, grabarlos como SRT y ponerlos en el pendrive, pero tampoco. Así que pensé que igual con Shana funcionaba no por los formatos, sino por tener dos cadenas de subtítulos. Hice una prueba rápida: extraje los subtítulos de un episodio, los grabé como SRT y los volví a meter en el MKV. ¡Bingo! Toca jugar un poco con el botón de Subtitle del mando hasta que se da por aludido el muy hijo de su madre, pero funciona.

Me gustaría hacer un tutorial en condiciones, con capturas y tal, del proceso, por si a alguien le pasa algo similar, pero con el poco tiempo de que dispongo es imposible, así que es esta entrada en modo telegráfico o nada.

Necesitamos el MKVtoolnix tanto para sacar los subtítulos como para añadírselo de nuevo. Para sacarlos usaremos el MKVExtractGUI2, que descargaremos aparte. Para meterlos, el mmg.exe que ya viene de serie. Usaremos, si queremos, el Subtitle Workshop si queremos guardar los subtítulos en otro formato.

1) Extraer

Lo primero es instalar el MKVtoolnix. Luego, copiaremos los archivos que vienen en el zip del MKVExtractGUI2 en la carpeta del primero (lo de siempre, archivos de programa tal y tal). Ejecutamos el MKVExtractGUI2 y nos saldrá una ventana muy simple: pinchamos en el botón de Input y le indicamos el archivo que vamos a abrir. En la caja Tracks nos aparecerá el contenido del matroska. Seleccionamos los subtítulos y pulsamos en el botón Extract. Los subtítulos se habrán guardado en la carpeta indicada en Output.

2) Guardar como…

Si queremos guardar los subtítulos con otro formato, usaremos el Subtitle Workshop. Sin complicaciones: Archivo, Cargar subtítulo y Archivo, Guardar como. Lo complicado, para mí, acostumbrado a ver sólo las extensiones de los subtítulos, fue acertar con el formato. SRT es SubRip.

Un problema que podemos tener en Subtitle Workshop es la aparición de símbolos extraños en lugar de signos de puntuación, vocales con tildes y cosas así. Para evitarlo es tan simple como abrir primero el archivo de subtítulos con el venerable Bloc de Notas, Guardar como y en Codificación elegir ANSI.

3) Meter de nuevo

Con el mmg.exe (Mkvmerge GUI). En Archivos de entrada pinchamos en Añadir y elegimos los archivos con los que vamos a trabajar, el MKV y el de subtítulos. Por lo general, él solo ofrece añadir automáticamente el subtítulo. Indicamos el nombre del archivo de salida, pinchamos en Iniciar multiplexado y esperamos a que termine.

Con la última versión del programa puede haber problemas al reproducir el MKV resultante en reproductores de salón, como el TDT de marras para el que lié todo esto. La solución consiste en, antes de iniciar el multiplexado, seleccionar tanto el vídeo como el audio del archivo (en la sección de Pistas, capítulos y etiquetas), pinchar en la pestaña Opciones adicionales y, en Compresión, seleccionar explícitamente Ninguna, o bien ir a Archivo, Opciones, pestaña mmg y marcar o desmarcar (según funcione) «Deshabilitar eliminador de la compresión del encabezado para audio y vídeo predeterminadamente» (en inglés es bastante más corto).

Es un jaleo, pero realmente no lleva más de dos minutos por episodio. Es una pesadez, pero por lo menos puedo disfrutar de mis capítulos en la tele, mientras monto el sobremesa de nuevo.

Darwin Awards

Desde España se presentó anoche una seria candidatura a los premios Darwin (y, como dice alguien en Menéame con más humor negro que yo, con «mención especial por combo»), esos que se dan a muertes o esterilizaciones estúpidas y absurdas de personas sin descendencia que, así, limpian nuestro acervo genético de su estupidez. De una manera sólo entendible en un país donde respetar las normas y seguir el sentido común más elemental está mal visto, un grupo de jóvenes (principalmente) con complejo de lemmings realizó un extraño suicidio colectivo en la Noche de San Juan arrojándose bajo las ruedas de un tren que pasaba a toda mecha, dejando tras de sí a familiares, amigos y mucha más gente (pobre maquinista) marcados de por vida. Por fortuna, no ha estado acompañado el incidente de esa irresponsabilidad criminal también típicamente española que consiste en rodearnos de normas y luego que quien tenga que aplicarlas las ignore vilmente (véase este artículo sobre la explosión del vapor Cabo Machichaco en Santander en 1893, que no tiene desperdicio), por lo que no ha habido muertos más allá de los participantes directos.

Selección typical Spanish

No se puede decir que la selección de fútbol no represente los valores y costumbres españolas. Se vio contra Suiza y se volvió a ver en el partido contra Honduras (y en casi cualquier otro partido oficial donde se juegue algo). Se controla el juego y se juega bien en defensa y en el centro del campo. Se sube la bola, se llega al área y… se busca el pase al compañero. Y luego otro, y otro, y otro, hasta que se pierde el balón o alguien, harto ya de tanta tontería y en la peor posición posible, la manda allá lejos. Tienen miedo de tirar. Miedo a fallar y a ser criticado. Mejor, que lo haga otro. Total, si marca, medio gol es mío, que di el pase y si falla, el fallo es sólo suyo y a él le crucificarán los periodistas.

Es miedo a la responsabilidad. Simple y llanamente. Y es lo común en empresas, en organismos y en la política. El miedo a tomar una decisión y apechugar con las consecuencias. El miedo a comerse el marrón. El escurrir el bulto típico de mandos intermedios (jefes de sección y de departamento) y altos (directivos, ministros), el hacer oídos sordos al problema, el mirar hacia otro lado esperando que se arregle solo. O que un currito cualquiera (entiéndase como «currito cualquiera» aquel que no tiene la responsabilidad), cansado ya de tanta desidia, tire para adelante y lo solucione (momento en el que todos los demás se adjudicarán el mérito) o la cague (momento en el que le valdrá más estar muerto).

Y lo curioso es que, pese a todo, como España frente a Honduras, funcionamos. A trancas y barrancas, a medio gas, con un resultado muy inferior al esperado por el esfuerzo invertido, pero avanzamos. Ignorando a los jefes y rezando tanto que sigan en su mundo de fantasía y no hagan nada que empeore las cosas como que, por una vez, haya un responsable con cojones para asumir su responsabilidad y tirar del carro.

La selección de fútbol es un fiel reflejo de España, sí, señor.

Israel mata, para variar

Hoy hemos desayunado o nos hemos tomado el café con una noticia sorprendente: el ejército de Israel aborda unos buques en aguas internacionales, matando al menos a 10 de sus tripulantes y pasajeros. Los buques en cuestión formaban una flotilla que buscaba provocar a Israel, llevando ayuda humanitaria a la franja ocupada de Gaza. Creo que pocos creían que la flotilla llegara a buen puerto (no les iban a dejar), pero muy pocos podrían creer que Israel llevaría a cabo tal acto de piratería en mitad del Mediterráneo.

En fin, otra tanda de muertos más a sumar a cuenta de un país imposible condenado a desaparecer. No hablo con ánimo antisemita ni con ninguna animadversión grave hacia el pueblo israelí, más allá de la ira del momento por un atropello injustificable, sino con un poco de cabeza histórica: Israel es tan imposible como los estados cristianos de Tierra Santa que se crearon tras la conquista de Jerusalén de 1099 (con una masacre difícilmente igualable). De momento se mantienen, por su propia fuerza y por el apoyo de una potencia poderosa (el Papado entonces, EE.UU. ahora), pero, antes o después, tendrán su Hattin y alguien correrá la misma suerte que Reinaldo de Chatillón. Qué pasará y cuándo es algo que no podemos saber, pero sí que el número de muertes seguirá aumentando hasta entonces, y luego habrá más, muchas más, tantas más cuanto más odio se haya sembrado.

Son un pueblo moribundo. Debe dejarlos morir.

¿Quiénes? ¿Los israelíes narn o los árabes centauri?

Sí.

Esperemos que la cosa no acabe igual (¡Ja! Acabará peor, ya lo veréis… Bueno, nuestros nietos).

Violada y ultrajada

Hace poco que cumplió los treinta. Una chica de buen ver, nacida en tiempos difíciles y puteada toda su vida. Pero lo que le ha pasado en los últimos años no tiene nombre, la pobre. Sólo le falta (que pasará, no lo dudo) que la sodomicen con un bate de béisbol. Y todo a manos de quienes debían protegerla, cuidarla, mimarla y respetarla. No querría yo ser ella. No querría ser la Constitución española de 1978.

Nacida para traer paz, libertad e igualdad, se ha encontrado con que quien debía cuidarla, el gobierno, la pisotea y humilla sin piedad. Queriendo reglamentar y regular la vida de los ciudadanos hasta el más mínimo detalle. Haciendo de la discriminación su principal bandera (tirando por tierra todos los esfuerzos en la lucha contra la discriminación y por la igualdad de las últimas décadas). Y, lo último y más terrorífico: clavando una puñalada trapera, por la espalda, cobarde, a uno de los pilares básicos del estado de derecho moderno: la separación de poderes.

Montesquieu debe estar revolviéndose en su tumba, aunque dudo que Zapatero, Sinde y sus consejeros sepan quién fue. Ni siquiera Felipe González, que supeditó el Consejo General del Poder Judicial al control de los políticos, ni Aznar, que dio tal barbaridad por buena, se atrevieron a tanto. Puentear a los jueces, sacarlos de la ecuación. Poder ser parte, juez y jurado.

La sección [Segunda Sección, la SS] podrá adoptar las medidas para que se interrumpa la prestación de un servicio de la sociedad de la información o para retirar los contenidos que vulneren la propiedad intelectual por parte de un prestador con ánimo de lucro, directo o indirecto, o de quien pretenda causar un daño patrimonial.

Un comisariado político, es decir, el gobierno, decidirá qué podemos o no podemos ver, y ordenará el secuestro de publicaciones digitales a su conveniencia. Así de simple. Y así de terrible.

Lo peor, lo verdaderamente triste, lo que de verdad me revuelve las tripas, no es ver al gobierno violar así nuestro sistema político, la Constitución y los ideales sobre los que se asienta. A fin de cuentas, tenemos ejemplos similares en otras partes del mundo: Berlusconi, Chávez, Bush… Lo que me asquea es que nuestros representantes, congresistas y senadores, no están moviendo un dedo para parar este atropello. Ellos, que se dicen demócratas, no denuncian esta afrenta al pueblo soberano y sus derechos. Y es en estos momentos, antes de que esta ley dé pie a otras más descaradas (que vendrán, ¡vaya si vendrán!) cuando debemos recordar que «democracia» no es elegir cada cuatro años a quienes nos van a escupir, pisotear, ningunear o, llegados el caso, a encarcelar o robar.

Viendo cómo va la cosa, me temo que veré morir a la dama, como un despojo de lo que fue, antes de que cumpla los cuarenta. Y no creo que lo que venga detrás sea la III República, ni que sea democrática.

Aunque, ¿quién sabe? Puede que me equivoque y peque de pesimista en extremo.

A fin de cuentas, Alemania del Este fue República Democrática.

Escribiendo mientras aún tenemos libertades, se despide de ustedes el reportero más pesimista de Barrio Sésamo.

Ego: 400 posts

(…)Les hablaba, les hablaba y así les dejaba la cabeza.

Cartas de color, Les Luthiers

Esta entrada va de ego puro y duro. El veinticinco de diciembre pasado, día de Navidad, publiqué la entrada 260 en Cuberterías de Albacete, que, sumadas a las 140 publicadas en este blog a esa fecha, hacen 400 entradas en estos veinticinco meses que llevo dando la brasa. La verdad es que, cuando empecé, pillando una oferta de dominio y alojamiento gratuito con 1and1 por dos años, no esperaba que llegara a renovar el dominio ni, mucho menos, que seguiría escribiendo pasados esos dos años.

Y hete aquí que aquí seguimos, yo y yo, la marina rastafari. Mientras el cuerpo aguante. Y, como es habitual a 31 de diciembre, haciendo repaso del año que acaba y haciendo lista de buenos propósitos para el que empieza. Por lo pronto, con este último post del año (y el 404 de la cuenta global) he conseguido mantener en diciembre la entrada diaria de lunes a viernes (martes y jueves aquí, lunes, miércoles y viernes en Cuberterías de Albacete), que es la que me gustaría mantener pero que, me temo, no se dará mucho más. No es un ritmo que pueda mantener si quiero postear algo con más enjundia que esta tonterida.

La lista para el año que viene incluye:

1) Encontrar trabajo, of course, y abandonar el nido para montar el mío propio, que ya es hora.

2) Mantener el buen olfato para el butano (como ahora mismo) y la mala combustión del brasero de carbonilla, que es algo que facilita una vida más larga.

3) Empezar con C# y ASP.Net y seguir con PHP. Este año sale Visual Studio 2010 y tocará aprender cosas nuevas. Y tengo que ver algo de Java, también.

4) Darle caña a Windows 7 y sacar más tutoriales. Lo de mejor escritos y más claros, eso, me temo que será imposible. Ya tengo pendientes corregir el de vídeo, uno sobre Grupo hogar (ahora que tengo dos 7 en red) y alguna que otra idea.

5) Retomar Linux. Todavía no sé si quedarme en Debian o saltar a Mandriva o incluso a ArchLinux, pero instalar alguno pronto, que en el curso hemos estado trasteando con Ubuntu y me ha entrado el mono.

6) Seguir colaborando en Foroswindows, como hasta ahora, claro.

7) Seguir como corrector en Nanikano, y dar el salto a la traducción.

8) Jugar más partidas, ahora que tengo jugadores nuevos, y explorar las posibilidades de Google Wave para partidas on-line.

9) Dirigir a Nephilim y/o a Selenim otra vez, con todo lo que ello conlleva.

10) Ir a más conciertos.

Los habituales de perder peso, aprender irlandés, etc., ya ni los cuento. Veremos cuantos cumplo al final.

En fin, esto es todo por este año. El que viene, si la censura que se instaure no nos cierra, seguiremos por aquí. Y si nos cierra, hablaremos desde otro sitio, y lucharemos, hasta deponer al presidente Clarke.

Les ha hablado La voz de la resistencia. Susan Ivanova, desde Babylon 5.

11) Volverme a ver Babylon 5.

De propiedad intelectual, derechos fundamentales y otras cosas (II)

Un intento de adaptarse a los nuevos tiempos fue la extensión del canon compensatorio a la nueva situación, incluyendo los nuevos soportes, en muchos casos por partida doble (canon al aparato grabador, canon al dispositivo que guarda los datos, esto es, grabadora y disco): CD, DVD, discos duros, tarjetas de memoria, ¡móviles!… Soportes usados muchas, si no la mayor parte, de las ocasiones para guardar datos propios: obras de nuestra creación (fotografías, películas domésticas, documentos), copias de seguridad (personales, pero, sobre todo y por volumen, de empresas), software… Los usuarios pusimos el grito en el cielo por este canon que considerábamos (y seguimos considerando) abusivo, precisamente porque un muy alto porcentaje de esos soportes no se usan para grabar las publicaciones sujetas a derechos de autor a las que se supone compensa.

La historia podía haber acabado aquí. Productores y (se supone) autores cobrando una compensación por copia privada superior a la que les correspondería por todas las copias privadas realizadas (por lo dicho antes: se cobra por soporte y/o grabador, no por la copia), calladitos y, aunque indudablemente molestos por la caída de ventas de discos y películas, contentos por el sobrecanon.

No lo estaban. La avaricia de los años noventa iba a más. El canon estaba bien (es dinero), pero había que reducir la copia privada a algo anecdótico. Esto lo intentaron de cuatro modos:

1) Impidiendo físicamente dicha copia, mediante sistemas de protección anticopia presente en algunos CD y casi todos los DVD. Así, no sólo se impedía el derecho a la copia privada, sino también el más restrictivo derecho a la copia de seguridad (que es el que tenemos con el software, donde no hay copia privada), esto es, a hacer una copia del original por si las moscas. Por supuesto, sin dejar de cobrar el canon compensatorio por las copias que impedían realizar.

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De propiedad intelectual, derechos fundamentales y otras cosas (I)

Hace no muchos años uno compartía sus colecciones de cassettes y cds con sus amigos, grabándolos en cintas (¡qué cantidad de cintas Fujitsu de cromo gastaba al año, madre!, aunque mis favoritas eran las Maxell), haciendo uso de mi derecho de copia privada y pagando el preceptivo canon por ello. Discos que no me gustaban tanto como para tenerlos originales, o que eran inencontrables, o que, a fin de cuentas, ya lo tenía mi hermano o mi madre. Copias para el walkman, para el coche…

También tenía un vídeo VHS donde grababa series y películas de la tele (entonces, aun con mil anuncios, te las ponían completas y sin llenarte de mierda la pantalla en casi todas las cadenas). Era algo normal y todo un arte (grabar sin anuncios, digo). Luego, todo empezó a cambiar.

Y cambió por dos lados: primero las grabadoras de cds hicieron posible sacar copia con mejor calidad que la cinta y a menor precio. Luego llegó internet y, con Napster, eMule y el resto de aplicaciones p2p, pudimos pedir y dejar material a compañeros y amigos con los que no teníamos contacto físico de forma mucho más cómoda que por correo. Así, la copia para uso personal y sin ánimo de lucro, la copia privada, se disparó, llegándose en la actualidad a una situación de, sinceramente, abuso.

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En defensa de los derechos fundamentales en Internet

No suelo seguir protestas ni físicas ni por Internet, pero cuando atentan contra las libertades más básicas, me enciendo. Esto me supondrá ser fichado y, en unos añitos, si nada lo remedia, que los grises del gran y glorioso caudillo que nos gobierne entonces (¿seguirá siendo ZP o tendremos un paripé de elecciones?) vengan a mi casa a hacerme desaparecer. ¿Exagero? Si tuviéramos un gobierno democrático, esto jamás se hubiera planteado. Pero, ¡ay!, gobiernos democráticos no es algo que se encuentre mucho en la Vieja Europa hoy día, y el nuestro quiere crear su propia SS.

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.