Hoy por hoy, mantener sincronizados nuestros documentos puede ser un dolor de cabeza descomunal. A poco que trabajemos con los mismos documentos en varios equipos (ordenadores, PDA, etc.) podemos encontrarnos con que tenemos versiones distintas del mismo documento y la terrible duda de no saber cuál es el correcto. Si ya hablamos de documentos compartidos por múltiples usuarios, ya el lío puede ser mayúsculo.
Para solucionar esto hay mil y una posibilidades, ofrecidas por el sistema operativo, por las aplicaciones, por aplicaciones de terceros… Si los equipos tienen conexión directa es fácil, mediante las propias herramientas de Windows, mantener sincronizados los archivos. Si tenemos acceso continuo a Internet podemos usar algún sistema de almacenamiento en línea (ya que está tan de moda eso de la Nube), pero también tenemos un venerable sistema que aún tiene su utilidad para el caso de que tengamos dos ordenadores (o más) con Windows sin conexión directa: una memoria USB y Mi Maletín.
Maletín ha estado presente en todos los Windows hasta donde mi memoria alcanza. Básicamente es una carpeta especial donde guardamos una copia de los archivos que queremos mantener sincronizados. Esa carpeta especial es la que nos llevaremos en la memoria USB a otros ordenadores, donde modificaremos los documentos. Cuando volvamos a nuestro ordenador, Windows sincronizará los documentos entre el maletín y los originales que quedaron en el ordenador. Esta sincronización es en ambas direcciones y muy simple: Windows comprueba la fecha de modificación de los archivos con la original (entiéndase por «original» la fecha de modificación de los documentos la última vez que se sincronizó el maletín). Si la copia del documento que hay en el maletín tiene una fecha de modificación posterior, propone sustituir esta por la del maletín. Si la copia que hay en el ordenador tiene fecha de modificación posterior, propone sustituir la copia del maletín por la que hay en el ordenador. Y si ambas copias tienen fechas de modificación posteriores a la original, no hace nada (nos lo indica y nos toca a nosotros decidir).
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