Migrando a Windows 7

Ya tenemos Windows 7 con nosotros y a mí se me han cruzado los cables y he decidido convertirme en early adopter. Este domingo dije adiós a Windows Vista, dándole las gracias por los servicios prestados (aunque no por atraerme al reverso tenebroso, haciéndome decir adiós a mi Debian para dolor de mi cartera) e instalé 7. Una instalación limpia, pues no me gusta actualizar sobre versiones anteriores. Además, la instalación original de Vista de mi equipo era OEM, de Packard-Bell, y los fabricantes de equipos no se caracterizan por instalaciones decentes. Así pues, en cuarenta minutos tenía 7 funcionando al mínimo. Luego ha venido el instalar las aplicaciones y esperar a que se bajen las actualizaciones, y aún me queda para que termine. Odio hacer una instalación desde cero, me da igual que sea con Windows que con Linux. Tardo semanas en tenerlo todo listo.

Por lo pronto, va todo bien. Los gadgets que usaba en Vista me funcionan también en 7 (había uno que en la beta no iba). El driver del ratón inalámbrico va bien (era para vista). Las teclas especiales del teclado (no todas) reaccionan al driver del teclado correspondiente al ratón… aunque el teclado es otro, de otra marca, y sin drivers para Vista o 7. Fireworks 8 sigue desactivando Aero y la versión que tenía de Daemon Tools me avisó de que no era compatible. Probaremos la última.

Mi primera impresión (poco se puede decir de dos días de uso) es que 7, tal y como se veía en la beta y la RC, es lo que dice ser: NT 6.1, la versión perfeccionada de Vista, comparable a lo que fue XP para 2000. Esta vez hemos tenido una buena fase de pruebas, con un buen diálogo entre Microsoft y sus futuros usuarios, un buen comportamiento en máquinas antiguas (es decir, no sufrimos esta vez el clásico escalado de requisitos de todos los Windows) y sin las falsedades de rigor (que si no reproduce mp3, que si no funciona el emule, que si necesita una Cray para funcionar, que si te abduce a un mundo virtual donde te obligan a correr salvajes carreras de motos…).

Ahora queda comprobar si será un gran SO antes de que salga su primer Service Pack o, como pasó en XP y en Vista (en los anteriores también, pero esos no los viví; en aquella época estaba en la rama 9x), lo necesitaremos desesperadamente. En su momento, las mejoras de XP sobre 98 y de Vista sobre XP y Debian con KDE 3.5 pesaron más para mí que los problemas que ocasionaba (¡ah, esos reinicios repentinos en XP pre-SP1 jugando al Baldur’s Gate cortesía de Nvidia y sus puñeteros drivers!). Veremos esta vez qué ocurre.

Para empezar, el Administrador viene deshabilitado, como en Vista. Y se activa igual que en Vista.

Siempre es bueno un poquito de humor

Hoy me he reído a gusto con la nueva campaña de la FSF (Free Software Foundation) contra el uso de Windows 7. Concretamente, con una de las razones, que dice así:

4. Lock-in: Microsoft regularly attempts to force updates on its users, by removing support for older versions of Windows and Office (…)

Que viene a decir: «Microsoft regularmente trata de obligar a sus usuarios a que se actualicen, retirando el soporte a las antiguas versiones de Windows y Office».

Esto es rigurosamente cierto: cada producto de Microsoft tiene una vida, un tiempo durante el cual recibe soporte. Así, el 11 de julio de 2006 se acabó el soporte extendido para Windows 98 y Me, no apareciendo desde la fecha nuevas actualizaciones de seguridad ni soporte técnico. El software empresarial (que es lo que es Windows y Office) tiene un soporte de 5+5 años, mínimo. Así, Windows 2000, que salió en marzo de 2000, está en fase de soporte extendido hasta el año que viene. Office 2000, que salió en 1999, lo ha tenido hasta este año, mientras que los Office y Windows posteriores aún tienen cuerda para rato (Windows XP hasta 2014, si no lo extienden, y eso son 13 años desde su salida; Vista hasta 2017 y 7 hasta 2020). Eso sin contar que, aunque se queden sin soporte, los artículos de la Knowledge Base de Microsoft sobre el producto siguen en línea. Cuando se acaba el soporte, no queda más remedio que apañárnoslas y cruzar los dedos o migrar a una nueva versión. No sé, 6-8 años me parece un buen tiempo de vida para un ordenador de oficina. Estoy buscando el ciclo de vida de otros programas, tanto de uso principalmente doméstico como Nero, como de uso empresarial, como AutoCAD, aplicaciones de gestión, etc., pero no lo encuentro. Con todo, salvo en aplicaciones a medida, dudo que el resto de empresas den mucho más tiempo de soporte que Microsoft (siempre hablando del mundo del PC; me imagino que IBM, HP… darán más tiempo de soporte para sus cacharros, y bien que lo cobrarán).

Menos mal que en el mundo del software libre eso no pasa y puedo utilizar, digamos, Ubuntu en los ordenadores de mi oficina sin preocuparme de tener que cambiar de versión durante años y años. Tres. Si a eso le quitas el tiempo de preparar la migración, poco más de dos. Y con Debian andamos poco más o menos. Mandriva, Suse, Red Hat… Todas tienen su ciclo de vida y hay un momento en el que nos quedamos sin soporte, sin actualizaciones de seguridad y toca migrar.

Así con toda aplicación, SO o sistema que tengamos. Antes o después, el fabricante dejará de dar soporte y nos «obligará» a migrar. Y esa migración nunca será gratuita, aunque, dependiendo de qué estemos usando, nos podemos librar de costes de licencia; tocará planificar, simular, preparar, comprobar…; las aplicaciones a medida fallarán por algún lado, la supuesta actualización de versión sencilla nunca lo será; habrá problemas con el hardware, ya sea nuevo o viejo, y cuanto más caro, más problemas dará; y, en definitiva, el departamento de informática estará histérico hasta que todo vuelva a funcionar como un reloj.

En resumen, que me ha resultado muy gracioso que uno de los «pecados» mencionados en dicha campaña sea común a todo el software y, en el caso de ciertas distribuciones Linux y aplicaciones de software libre, bastante peores (dan mucho menor tiempo de soporte).

En fin, se ve que la llegada de 7 asusta…

La exasperante lentitud de Windows 7 (visiones de futuro)

Es increíble lo lento que va Windows 7. Tarda una eternidad en arrancar. Todas las buenas impresiones que daba la Beta y la RC, todas las buenas críticas que recibía… ¿Qué ha hecho Microsoft para cagarla tanto en la versión definitiva? Con lo bien que iba. ¿Cómo son tan malos en Microsoft? ¿Cómo la han cagado al final? Si hasta Vista va mejor.

No, no me he vuelto loco ni me he fumado nada. Esto es predecir el futuro. Ahora probamos la RC de Windows 7 y va de muerte. Pero cuando salgan los ordenadores con su flamante Windows 7 preinstalado, éste se arrastrará lánguidamente y tendrá las mismas malas críticas que Vista respecto al rendimiento. ¿Por qué? ¿Cómo hará Microsoft para cargarse así su producto estrella en unos meses? Pues… Nada. No serán ellos.

Serán los fabricantes. Todavía no he visto un equipo de marca, por sobredimensionado que esté, con Windows pre-instalado que lo desempaques, enciendas, hagas la configuración inicial y vaya bien (excepto los Fujistu-Siemens, que, sin ir bien, no van mal). Se arrastran. Da igual la versión de Windows, van mal. En los últimos tiempos antes de la salida de Vista ya veía ordenadores que movían XP decentemente. «Decentemente» es: ese HP con un PIV 640, 1GB de RAM DDR400 y una gráfica de gama media PCI-e tardaba algo más en arrancar (10-20 segundos) que un viejo Northwood 2.8GHz con 512MB DDR400 y una FX5200 AGP8x comprado a una tienda pequeña (y montado y configurado por ellos).

Le meten tanta basura (versiones de prueba de aplicaciones, barras para el navegador, servicios propios, aplicaciones chorras propias, un servicio propio que abre una ventana del Internet Explorer a la tienda online del fabricante, el Panda o el Norton…, todos los «aceleradores de inicio» que existan: Adobe Reader, Java, Office de prueba, el reproductor de DVD de prueba, el medidor de ego del fabricante…) que es imposible que Windows vaya bien, no importa lo sobredimensionado que esté el ordenador. He visto un pobre Vista montado en un Toshiba sobrado arrastrarse con 85 procesos al arranque o un XP en un flamante y magnífico (por características) HP corretear como tortuga reumática con 59 procesos, recién sacado de la caja.

Así que, por muy maquinones que sean los ordenadores que podamos comprar el otoño-invierno que viene y por mucho rendimiento que le saque 7 al hardware, me temo que los fabricantes conseguirán asfixiar el nuevo Windows como han hecho con los anteriores y aquellos que no sepan hacerle un mínimo de mantenimiento a sus máquinas se verán frustrados con el nuevo Windows.

Puedo equivocarme. Deseo equivocarme. Dentro de unos meses desempolvamos esta entrada y vemos si acerté o no.

Windows 7 RC en el trabajo III: sigue siendo una RC

Termino la primera semana con la RC de Windows 7 en el ordenador del trabajo, contento. Es –será– un buen sistema. Supera en mucho a XP, en rendimiento, en facilidad, comodidad y rapidez de uso… Un cambio muy de agradecer es que, después de un par de horas de casi inactividad (en el descanso de medio día dejamos los ordenadores encendidos, para copias de seguridad y escaneo de los antivirus) puedo volver a trabajar de inmediato con las aplicaciones que he dejado abiertas, mientras que XP tardaba minutos en darse por aludido, en especial con aplicaciones pesadas como Visual Studio o AutoCAD.

En la parte negativa, tres puntos:

  1. Es una RC. Tiene comportamientos extraños de cuando en cuando, sobre todo con ciertas aplicaciones: la ventana del Messenger se despliega cuando le da la gana, algunas aplicaciones antiguas presentan problemas de compatibilidad… En fin, lo que uno puede esperarse de una versión de prueba.

  2. El tema de las opciones de ordenación, filtrado y apilado que comenté en el post anterior.

  3. No hay vista clásica en el Panel de control. Me estoy acostumbrando a usar la búsqueda como la forma más rápida de encontrar algo, porque si no, termino perdiéndome.

Esto en lo que refiere al uso en el trabajo y comparándolo con XP. Esta semana también me lo he instalado en casa, en un ordenador más moderno, para poder compararlo con Vista y el uso en casa (más documentos, sobre todo imágenes, ver vídeos, probar cómo va en una red mixta Linux/Windows, ver el tema de las Bibliotecas…). En fin, me quedan bastantes cosas por probar.

Windows 7 RC en el trabajo II: primeros días

Ya tengo 7 más o menos igual que XP, con todos los programas necesarios para el día a día. De estos días he salido con un cuelgue por intentar hacer el burro y dos problemas menores. El cuelgue (parcial, no tengo claro si fue un verdadero cuelgue o yo me cansé de esperar demasiado pronto) se dio porque intenté, sin querer, abrir un gif animado de mega y medio con un programa que, en Vista, me ha dado más de un problema. El gif estaba en una imagen ISO que estaba montada en una unidad virtual creada con VirtualCloneDrive (la primera vez que uso este programa). El archivo ISO estaba en una carpeta del servidor. El resultado fue el ordenador frito (teclado incluido, pero no ratón) durante cinco minutos, hasta que pulsé el botón rojo.

Los dos problemas menores son molestias algo puñeteras. El botón de imprimir que tienen ciertos formularios de la aplicación (que equivale más o menos a una impresión rápida) no funciona y tengo que usar el otro botón, que genera el listado en pdf un poco más en condiciones. Tampoco es que importe mucho, ya que el comportamiento del botón, de por sí, no era para echar cohetes. El otro problema es que no he encontrado opción para indexar una unidad de red, algo que en Windows Search 4.0 para XP sí pude hacer. El resultado es que las búsquedas son más lentas.

El explorador de Windows es muy parecido al de Vista (prácticamente igual) pero las opciones de ordenación, filtrado y apilado que en Vista estaban siempre visibles en la RC de 7 sólo lo están, al igual que en XP, en modo Vista detalles. Es una pena. Bueno, no, es una putada. Si no hay forma de dejar esas opciones siempre visibles, como en Vista, es un paso atrás en rendimiento y «usabilidad» que no entiendo. Cada vez podemos tener vista previa de más tipos de archivo (no sólo de imágenes o vídeos, sino también de documentos, pdf, etc.), por lo que las vistas de iconos o imágenes en miniatura dan más información, pero las opciones de ordenación, filtrado y apilado sólo están disponibles (en su forma más cómoda) en una vista concreta.

Ahora la parte buena: la mejora de rendimiento del sistema (incluyendo al operario) con respecto a XP es espectacular, y también supera a Vista. En entorno de múltiples ventanas/pestañas abiertas, que es lo habitual en mi caso, la nueva barra de tareas ahorra mucho tiempo a la hora de navegar entre ellas. Apenas he usado el Alt+tab estos días, lo cual es de agradecer porque en XP la mitad de las veces terminaba seleccionando la ventana que no era. Los efectos adicionales (en otro momento buscaré los nombres) del tipo sólo se muestra la ventana sobre la que tengo el puntero, agitar para despejar escritorio, estampar contra el borde superior de la pantalla para maximizar, contra los lados para obtener una ventana estrecha y de alto todo el escritorio o pinchar y arrastrar para cambiar el tamaño de la ventana hasta tocar la barra de tareas para obtener una ventana del ancho que deseemos y el alto del escritorio son vistosos, cómodos y útiles.

De momento, me va gustando mucho Windows 7, aunque mi entusiasmo se ha enfriado también mucho por la vuelta atrás en el explorador de Windows. Para empezar, ya me está obligando a usar vista detalles en todas las carpetas o, si no quiero, tirar de la galería fotográfica para poner moverme con comodidad por una carpeta llena de fotos y joderme en el resto de carpetas. Lo dicho, una lástima.

Windows 7 RC en el trabajo I: instalando

Aprovechando que tengo ordenadores de más en el curro (la crisis ha hecho que queden libres) me he puesto a instalar la RC de Windows 7. Lo he hecho, además, en mi ordenador de trabajo, que se arrastraba con XP y quería pegarle una buena limpia, así que todo pueda ser que tenga que usar el de reserva mientras le vuelvo a meter XP a este. La máquina en cuestión monta un PIV 630 a 3.0GHz, 1GB de memoria RAM, DDR400 y una venerable GeForce 5500 al vídeo.

La instalación básica la hice ayer, junto con un equipo de la tienda que tenía para reinstalar. En el tiempo en el que en este se instalaba XP en el mío se instaló 7, pilló todos los drivers faltantes por Windows Update, lo metí en dominio (un 2003 Server SP2) y dejé mi usuario de ídem plenamente operativo. Esta mañana he ido preparándolo y hasta el momento no ha dado problemas:

Internet Explorer 8 se dejó configurar bien para la aplicación web de las tiendas. En comparación, IE 7 me dio muchos problemas. Bueno, la verdad es que con IE8 sabía que no habría problemas porque ya lo tengo en todos los ordenadores de la oficina. Lo que sí me ha llamado la atención es más rápido a la hora de abrir pestañas nuevas que en los otros ordenadores de la oficina o incluso que en el mío de casa que monta Vista (y es mucha más máquina). Teniendo en cuenta que Firefox va cada vez peor y que ni Opera ni Chrome me terminan de convencer, puede ser que me pase a Internet Explorer en los próximos meses.

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Maletín

Hoy por hoy, mantener sincronizados nuestros documentos puede ser un dolor de cabeza descomunal. A poco que trabajemos con los mismos documentos en varios equipos (ordenadores, PDA, etc.) podemos encontrarnos con que tenemos versiones distintas del mismo documento y la terrible duda de no saber cuál es el correcto. Si ya hablamos de documentos compartidos por múltiples usuarios, ya el lío puede ser mayúsculo.

Para solucionar esto hay mil y una posibilidades, ofrecidas por el sistema operativo, por las aplicaciones, por aplicaciones de terceros… Si los equipos tienen conexión directa es fácil, mediante las propias herramientas de Windows, mantener sincronizados los archivos. Si tenemos acceso continuo a Internet podemos usar algún sistema de almacenamiento en línea (ya que está tan de moda eso de la Nube), pero también tenemos un venerable sistema que aún tiene su utilidad para el caso de que tengamos dos ordenadores (o más) con Windows sin conexión directa: una memoria USB y Mi Maletín.

Maletín ha estado presente en todos los Windows hasta donde mi memoria alcanza. Básicamente es una carpeta especial donde guardamos una copia de los archivos que queremos mantener sincronizados. Esa carpeta especial es la que nos llevaremos en la memoria USB a otros ordenadores, donde modificaremos los documentos. Cuando volvamos a nuestro ordenador, Windows sincronizará los documentos entre el maletín y los originales que quedaron en el ordenador. Esta sincronización es en ambas direcciones y muy simple: Windows comprueba la fecha de modificación de los archivos con la original (entiéndase por «original» la fecha de modificación de los documentos la última vez que se sincronizó el maletín). Si la copia del documento que hay en el maletín tiene una fecha de modificación posterior, propone sustituir esta por la del maletín. Si la copia que hay en el ordenador tiene fecha de modificación posterior, propone sustituir la copia del maletín por la que hay en el ordenador. Y si ambas copias tienen fechas de modificación posteriores a la original, no hace nada (nos lo indica y nos toca a nosotros decidir).

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Primer contacto con Windows 7

Yo también he sucumbido a la tentación y he aprovechado el fin de semana para instalarme la beta de Windows 7. Bueno, el finde no, la tarde del domingo, cuando he terminado la serie que tenía entre manos y he podido solucionar un pequeño problema con el espacio del disco duro. De momento, lo único que puedo decir es que estoy perdido. Entre el idioma y los cambios respecto a Vista y XP me está costando encontrarme. Por otra parte, poco a poco vamos instalando los programas mínimos de supervivencia.

Para abrir boca, voy con una lista de cosas que me están llamando la atención, para bien o para mal, en estos primeros minutos con 7:

1) La instalación ha sido muy rápida. Media hora de reloj desde que pulsé la tecla any (me costó encontrarla) hasta que tenía acceso al escritorio. Es, de lejos, el sistema operativo más rápido que he instalado (mucho más que XP, Vista, Ubuntu, Linex o Mandriva). El proceso es similar a Vista y no deja seleccionar qué queremos y qué no queremos instalar. O sea, que por ahí, modularidad de momento nada.

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