La Dama convaleciente

La Dama (centro de mecanizado Conquest madre de estas) tuvo una dura crisis este otoño. En parte la culpa es mía, por decir en voz alta y delante de ella Mañana a primera hora bajo y saco copia de todos los programas. Eso es tentar demasiado a la suerte y Murphy no bromea. Eso lo dije a las ocho menos cinco, después de haber estado modificando los programas de una mesita. Se apagó la máquina y al día siguiente, a primera hora…

Disk Controller Failure

Muy divertido. El ordenador que monta el cacharro es un viejo IBM con un procesador Pentium (creo, no miré debajo del disipador, podría ser más antiguo), el disco duro estaba muerto del todo y, en algún momento desde que se compró la Dama hasta ahora los discos de instalación se habían perdido, así que no quedó más remedio que mandarlo a la casa a reparar.

Varios meses después, después de una factura muy gorda y de alguien se ciscara en mi jefe (no quería pagar en un principio), ayer recibimos el cacharro (sin disco duro, montando una memoria SSD por lo que he podido ver) y lo instalamos. Por lo menos, enciende. Ahora vienen los siguientes problemas:

Tengo copia de casi todos los programas (habrá que revisarlos uno a uno) pero sólo sé que funcionan los míos. El resto pueden estar desactualizados. Mea culpa por no haber hecho la copia sin avisar. Así que habrá que ir probando de uno en uno conforme los vayamos necesitando. Particularmente hay una tanda de programas de los que no me fío en absoluto.

El ordenador tiene una tabla de herramientas (realmente, de correctores), pero ahora mismo no sé si se corresponde con las herramientas nuestras o es una tabla por defecto. Por lo pronto, falta la 11, que la di de alta yo en primavera. Tendré que medir las herramientas una por una (alto y diámetro) y comprobarlo.

La tabla de herramientas que tengo en papel presenta para cada herramienta un dibujo de la misma, su número de corrector en la Dama y sus dimensiones. El dibujo a veces se repite, porque quien fuera el que los hizo, sólo hizo unos pocos y los que hemos venido detrás hemos ido reutilizando. Las dimensiones no aparecen en todas. Y algunas ya ni las tenemos. Las herramientas están guardadas en un cajón, amontonadas.

El procedimiento habitual cuando había que coger una herramienta era, hasta que se jodió la Dama, el siguiente:

1) Cojo la hoja de herramientas y la ficha de un par de piezas donde se usara la herramienta en concreto.

2) Se la enseño al operario.

3) El operario medita un instante, abre el cajón, las observa y coge una, aparentemente al azar.

A la hora de hacer los programas, era más o menos igual:

1) Pregunto al operario cómo se puede hacer eso. El operario me enseña herramientas y fichas de piezas donde se han usado.

2) Reviso los programas de esas piezas y hago el programa nuevo.

3) Pido un par de trozos de aglomerado con las dimensiones apropiadas, enciendo un cirio al patrón de los cafres chapuceros y meto el programa en la máquina.

4) El operario prepara la máquina. La pone en marcha. La para (parada de emergencia) antes de que monte un estropicio del quince por culpa de los errores del programa. Retoco el programa. Repetimos el proceso hasta que el brazo portaherramientas deja de querer arrancar la bancada y aquello más o menos va por donde se supone.

5) El operario pone pieza y herramientas. Lo pone todo en marcha. Vuelve a impedir estropicios. Medimos, corrijo, medimos, corrijo…

En fin, creo que más o menos me explico.

Bien, pues ya tengo la Dama preparada. Hay que sacar una tanda de dormitorios nuevos, retocando algunas cosas. Hay que comprobar las herramientas. Hay que hacerlo para ayer.

Al operario lo echaron a final de año, reducción de plantilla.

Así que lo de para ayer lo veo algo difícil, la verdad.

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