Cuando tenía el 286 terminaba con múltiples copias de mis documentos (en aquel lejano entonces de WordPrefect 5.1) en el disco duro y en un montón de disquetes, así que me costaba Dios y ayuda dar con la versión adecuada del archivo. Ahora que uso dos ordenadores, varios discos duros externos y un puñado de memorias USB el lío es tremendo y he llegado a apañármelas para borrar los únicos que no tenían copia de respaldo. Sincronizar de alguna manera este lío de documentos, imágenes y algunas otras cosas se había vuelto una necesidad imperiosa desde la llegada de la Ono-Sendai. Hasta entonces había recurrido al Maletín presente en Windows desde tiempo inmemorial, y lo sigo usando para las memorias USB.
Ahora, a la hora de sincronizar documentos, la moda es usar un sistema de almacenamiento en la nube y poder conectarnos desde cualquier parte. Para mí este procedimiento tiene tres problemas: debo tener acceso a Internet, mis datos viajan alegremente por el ciberespacio y tengo que confiar en que la empresa que sea me siga prestando ese servicio. Así que busqué otra opción que sólo necesitara de red local, fuera fácil y gratuito.
La herramienta que he usado es de Microsoft y se llama SyncToy. Es compatible con Windows 7 y está presente en versiones de 32 y 64bits. Yo lo he usado para mantener sincronizadas las carpetas de Mis imágenes, Mis documentos y otras dos de discos duros externos entre el sobremesa y el portátil. Ha sido sencillo, rápido y cómodo, tanto configurar la sincronización como ejecutarla días después. No es una herramienta muy potente, pero me da lo que le pido.
Tenía pensado hacer un tutorial al respecto, pero resulta que es bastante popular y hay varios en la red. Os dejo este para revisar. Es breve, pero completo.
Nota final: como todo lo que sea en red tendremos que enfrentarnos a los permisos. La forma más cómoda es tener el mismo usuario y contraseña en los dos equipos. Ahorra muchos quebraderos de cabeza.