Restaurar Windows 7 a partir de una imagen de sistema I

En caso de desastre del copón, la opción que tenemos en un equipo de marca con Windows preinstalado suele ser devolver al equipo a su estado de fábrica mediante la partición de rescate o los discos que hayamos creado a partir de ella. Esto supone perder nuestros datos (bueno, vale, como somos previsores los habremos sacado antes a un disco externo o algo así) y, la parte terrorífica: tener el equipo como cuando lo compramos, con toda la basura y todo el trabajo por hacer.

Si por algún raro casual el fabricante nos ha dado el disco de instalación de Windows (cada vez más raro), o por la razón que sea (equipo clónico comprado en tienda, Windows comprado o adquirido aparte) lo tenemos, podemos intentar reparar la instalación, reinstalar, formatear y reinstalar… Pero como ahora mismo, que lo que más se compra son equipos de marca, no es el caso habitual, no entraré en ello. De todas formas, salvo en el primer caso, tendremos que reinstalar todo de nuevo (instalar un sistema operativo, ya sea Windows o Linux, es un verdadero suplicio) y habrá que poner nuestros datos a resguardo antes de hacer nada.

Teníamos otra opción, más cómoda: crear una imagen del sistema, una copia exacta que podríamos restaurar en breve tiempo, de forma que tendríamos el equipo exactamente igual que el día que hicimos dicha imagen. Estas imágenes se hacían y se siguen haciendo con aplicaciones de terceros: Norton Ghost, Acronis True Image, Partimage… El problema de estos programas es que suelen ser de pago (el único que conozco gratuito es Partimage y nunca he conseguido hacerlo funcionar con particiones NTFS). El problema añadido ahora (y eso no puede evitarse) es que las imágenes nos van a salir bien grandes: ¿cuánto ocupa nuestra unidad de Windows? Entre Windows, aplicaciones y datos, un buen número de gigas, sin duda.

Sigue leyendo